La homeopatía es una técnica médica que se utiliza alternativamente a la medicina convencional, y probablemente todos hemos escuchado alguna vez el nombre, pero ¿sabemos en qué consiste?
Los fundamentos de la homeopatía
La pseudo-ciencia homeopática basa sus tratamientos médicos en compuestos muy diluidos. Su propuesta teórica principal es “similia similibus curantur”, el latín para lo “semejante se cura con lo semejante”. Esto significa que las bases de los medicamentos causan básicamente los mismos efectos de la enfermedad del paciente, pero para que eso no pase, se utiliza esa base altamente diluida. Es más, cuanto más diluido sea, más efecto hace y por eso es que se llama al proceso de dilución, en esta disciplina, potenciación.
Los efectos de la homeopatía: una controversia
Si bien suena muy interesante la idea de la homeopatía, no ha sido comprobado todavía su efecto real en los pacientes. Parecería ser que los pacientes que se ven beneficiados con los preparados homeopáticos obtienen ese efecto más por el efecto psicológico que por el medicamento en sí.
Para entender esto mejor, se puede explicar que la dilución más óptima es en donde la concentración del medicamento es inferior a 10^-3; (o sea 0,001) y está tan diluido que ya no existiría el soluto, el medicamento, en la solución, el preparado homeopático.
A partir de este punto se arma una gran controversia, ya que planteado así suena como si el medicamento homeopático fuera básicamente agua. Los apegados a la ciencia plantean que los efectos de la homeopatía son en realidad efecto placebo, es decir, que son un conjunto de efectos sobre producido por el medicamento homeopático y que no se debe precisamente a dicho acto médico, sino a un efecto psicológico en el que el paciente cree que ese medicamento lo va a hacer mejorar.
Aún así, todavía no se ha podido comprobar ni una postura ni la otra. Lo importante es que la homeopatía produce efectos positivos.
La Asociación Homeopática Médica Argentina
Uno podría pensar que es una alternativa de la medicina que es puro palabras y poco seria. Pero, en la Argentina, existe incluso una institución formal, y privada, de la homeopatía. La Asociación Homeopática Médica Argentina, fundada en 1933, cuenta con cuatro carreras terciarias, de duraciones desde cuatro meses hasta tres años. De todas maneras, estas carreras forman secundariamente al profesional, ya que es requisito estar recibido y matriculado ya en la disciplina general. Así, para cursar la carrera de "Medicina Homeopática", hay que ser médico primero y, para ser "Veterinario Homeopático", hay que ya ser médico veterinario.
El Dr. Andrés Carmody, director de la revista "Homeopatía para Todos" (de la AHMA), escribe en la edición número 53 de dicha revista:
“El medicamento homeopático juega un rol importante, contribuyendo luego de su administración a establecer un orden, un equilibrio en las funciones biológicas y orgánicas restableciendo la armonía funcional, al equilibrar la fuerza vital. De más está decir que el medicamento no quita ni agrega nada, sólo lo recupera del desorden entre las partes equilibrándolo para mantener el estado de salud.”Con esto se puede entender un poco más a dónde apunta la homeopatía con esas preparaciones diluidas que parten de la misma enfermedad, la idea sería contrarrestar la enfermedad con su anti-enfermedad y volver al equilibrio.