Rhodiola Rosea: Un adaptógeno a tener en cuenta

La Rhodiola Rosea es una planta dioica con flor que crece en regiones frías y altas del mundo. Es por esto que se encuentra mayormente en gran parte del Ártico, en Escandinavia, Siberia, Islandia y Gran Bretaña y las zonas montañosas de Asia central y Europa, tales como los Alpes, los Cárpatos y los Pirineos.

Foto planta Rhodiola Rosea

Cuenta con numerosos brotes que crecen de una misma raíz, que pueden llegar a tener una altura que de 5 a 35 centímetros. Se utiliza la planta a partir de varios métodos, tales como la deshidratación, la extracción y la pulverización.

Imagen brotes Rhodiola Rosea

Las ricas propiedades de la Rhodiola Rosea

La propiedad que más se destaca de esta planta es la de ser adaptógena. Como se deduce de su nombre, la propiedad adaptógena se refiere a que facilita al cuerpo la resistencia y adaptabilidad ante diferentes factores, tanto ambientales como físicos y químicos; y ayudan al cuerpo a alcanzar un rendimiento óptimo mental y físico sin dificultar el funcionamiento normal en el organismo, siempre y cuando su dosificación sea la adecuada y recomendada por un especialista en el tema. Por ser adaptógena no es tóxica ni dañina para el cuerpo, ayuda a la homeostasis (equilibrio) y a la salud general.

La Rhodiola Rosea cuenta con una riqueza en serotonina y dopamina, dos neurotransmisores del sistema nervioso. Los neurotransmisores son biomoléculas que se encargan de transmitir información entre neuronas. La serotonina se asocia con el humor, el sueño, el apetito y el deseo sexual. La dopamina se asocia también con el control de humor y el control y movimiento motriz.

También se cree que la Rhodiola Rosea tiene propiedades rejuvenecedoras y restauradoras, ya que contiene ácidos orgánicos y flavonoides, con propiedades antioxidantes.


Los beneficios de la Rhodiola Rosea

La Rhodiola Rosea se destaca por su diversidad en beneficios para la salud. Principalmente se la utiliza para el tratamiento de estrés crónico, depresión, trastornos de sueño, obesidad y enfermedad de Parkinson, pero tiene muchas más utilidades.

Imagen de la Rhodiola en detalle.

Las propiedades de la Rhodiola Rosea ayudan con la depresión y el estrés mayormente por el aumento de dopamina y serotonina que la planta introduce en el cuerpo y la reducción de la hormona cortisol.

Reducir el estrés mejora notablemente el sistema inmunológico. El estrés puede causar muchos problemas graves de salud y enfermedades crónicas, como el envejecimiento prematuro y enfermedades autoinmunes. El estrés crónico quita energía al cuerpo y lo hace más susceptible a infecciones virales y bacterianas.

El cortisol es producido bajo condiciones de estrés y, además, lleva a la acumulación de grasa, sobre todo en las áreas del abdomen y de las caderas. Allí la Rhodiola Rosea quita dos problemas, reduce el estrés y ayuda a bajar de peso. La reducción de cortisol, además, ayuda en otro aspecto muy importante: el dormir. Cuando uno está en una situación de estrés, por lo general sufre de insomnio o, al menos, de un muy mal dormir. La Rhodiola Rosea, entonces, permite regular los ciclos del sueño, evitando también la fatiga, el cansancio y el debilitamiento general que la persona puede padecer durante el día por no dormir bien.

Esta planta también ayuda la catalización de la síntesis de proteínas, a reducir el nivel de amoníaco en cuerpo teniendo un resultado desintoxicante y a aumentar el nivel de irrigación de la sangre al cerebro y músculos. Además ayuda a la función del cerebro y de la mente en procesos tales como la atención, la concentración y la memoria.

Puede ser útil, también, para pacientes que sufren de Parkinson y pacientes con diabetes. El Parkinson es una enfermedad neurológica con déficit de dopamina, y la Rhodiola Rosea es un buen proveedor de tal neurotransmisor. La diabetes es un trastorno metabólico caracterizado por el aumento de azúcar en sangre, y uno de los efectos de esta planta es justamente regular los niveles de azúcar en sangre.

Para combatir la obesidad, la Rhodiola Rosea, además de reducir el nivel de cortisol, tiene dos propiedades más. Una es que ayuda en el metabolismo lento, que puede ser una de las causas de la obesidad, y otra es que tiene la capacidad de activar lipasas, enzimas encargadas de romper lípidos, que son básicamente grasa. Cabe destacar que para perder peso significativamente (y saludablemente), no sólo alcanza el consumo de la planta, sino que es necesario acompañarlo con ejercicio físico.

Otros efectos que puede tener la Rhodiola Rosea son: restablecer la frecuencia cardíaca, controlar las mutaciones genéticas, mejorar la audición, proteger al hígado de posibles toxinas que vienen del medio ambiente, mejorar la función de la glándula del timo, mejorar la función tiroidea (sin causar hipertiroidismo), mejorar la función de las glándulas suprarrenales (sin causar hipertrofia) y normalizar el líquido de la próstata.


Estudios e investigaciones sobre la Rhodiola Rosea

Un estudio hecho hace no mucho arrojó resultados de una mejora significativa del funcionamiento psicomotriz, el bienestar general y el rendimiento físico y mental de los sujetos de estudio a partir de la aplicación de la Rhodiola Rosea. También se encontró una disminución de la fatiga mental, el aumento de la motivación y la concentración y una mejora al dormir.

Otro estudio realizado en el 2007 y publicado en el Diario Nórdico de Psiquiatría encontró resultados muy positivos en pacientes depresivos graves que habían recibido dosis de Rhodiola Rosea. Se encontraron en estos pacientes una reducción notable de los síntomas típicos asociados con la depresión: el insomnio, la inestabilidad emocional y la baja autoestima.

En otro estudio realizado en Moscú se observó un gran rendimiento físico y mental en cadetes militares que se encontraban bajo efecto de Rhodiola Rosea.

En cuanto al efecto de la Rhodiola Rosea en el tratamiento de la obesidad, un estudio controlado realizado en el Hospital del Estado de la República de Georgia encontró significativas diferencias de pérdida de peso entre un grupo que utilizaba la planta y otro que no.

Otro estudio indicó un aumento de la duración y la fuerza disponible durante el ejercicio físico, a partir del aumento de los niveles de producción de ATP, producto del uso de la Rhodiola. El ATP es una sustancia química que equivale a energía para el cuerpo.

Por último, otro estudio en Rusia arrojó resultados muy positivos en pacientes con la enfermedad de Parkinson.